RE.FLUIR

Collages y dibujos originales de Julio Antonio Blasco, Sr. López

Del 27 de octubre al 14 de diciembre

Inauguración viernes 27 de octubre a partir de las 19,30h

 

Organiza: Estudio 64 galería y librería de ilustración

Patrocina: Cerveza artesana Birra2

 

REFLUIR. Creatividad como propósito

 

Creatividad como terapia, como huida, como regreso, como propósito, como ikigai. ¿para que nos sirve la creatividad?. El artista Cai Guo-Quiang en su documental Una escalera hacia el cielo habla del arte como algo compulsivo. Cuando entras en estado de fluir creando, tu cuerpo no atiende a nada, sólo al estímulo de manchar, dibujar y recortar de manera compulsiva, haciendo y volviendo a hacer, repitiendo esquemas e imágenes, a modo de mantra para expulsar o recordar o volver o huir. Es entonces cuando encuentras la respuesta a la pregunta sobre la utilidad de crear, de generar imágenes, de construir formas. El arte, la creatividad y la ilustración en muchas ocasiones está al servicio del producto, como cuando trabajamos para una editorial, una campaña o una agencia de publicidad. Pero en otras ocasiones generamos imágenes y nos preguntamos para que sirven, para quien son, ¿en el fondo a quien le interesan estas creaciones?

 

Tras cuatro largos años generando poco a poco imágenes, como medicina, como búsqueda, como interrogatorio, llego a la conclusión que el arte es una medicina, una sanación del yo interno del artista, de los dolores y heridas. Una proyección para entenderse y entender el mundo, y al final del camino, ¿Qué importa a quien le importe? ¿que importa para que?... lo importante es el camino, siempre el camino, y el proceso, a dónde nos lleve a veces es lo de menos. Lo importante es crecer, crear, evolucionar, entender y por el camino vamos dejando obras, en el sentido general. Unas se perderán, otras les servirán a otros, para su experiencia, para los muros de su hogar, pero al final, la respuesta, el sentido, es la creatividad en sí misma, el plan de vida que nos hace sentir y dar sentido. Crear.

 

El prólogo de esta exposición nace en 2018, como búsqueda y continuación de un trabajo de estudio, con objetivo de retomar caminos, color, mezcla, alegría y abstracción. En 2019 se paraliza por la llegada de la muerte a mi vida y ese mismo motivo hace que se retome pero con otro sentido: como huida, como terapia, como preguntas, como reflexiones; nace entonces un período de oscuridad, blanco y negro, tinta china, no color, mancha, textura y rastro. Después vinieron tiempos extraños y convulsos, era el año 2020, más enfermedad y más muerte, un tiempo a la deriva, un tiempo de investigación y repetición, estabilidad y neutralidad técnica. Reflexiones, preguntas, búsquedas y cotidianeidad. Pero no hay noche sin día y la luz hace germinar, y florecer y rebrotar y volver a fluir, tiempo para el color, la textura, la simetría perfecta, la psicología, rorschach y la repetición positiva. Es el año 2022, meses de siembra, de sanación, de caminos nuevos que en 2023 parece que terminan y enlazan con otros, con nuevos paisajes y horizontes. Pero para andar estas nuevas rutas es obligatorio REFLUIR:

 

Según la RAE:

·       intr. Volver hacia atrás un líquido:
La vida no es solo vida interior; la vida es un movimiento, es como la marea que fluye y refluye.

·      Redundar algo en beneficio o daño de alguien:
Esta relación fluye y refluye con los cambios en la vida, pero como con todas las relaciones debemos tener la intención de nutrirla, incluso cuando todo a nuestro alrededor empieza a verse diferente.
♦ Irreg. Se conj. como huir.

 

Juan-Eduardo Cirlot en su Diccionario de símbolos nos dice que “distintas flores suelen poseer significados diferentes, pero, en el simbolis­mo general de la flor, como en muchos otros casos, hallamos ya dos estruc­turas esencialmente diversas: la flor en su esencia; la flor en su forma. Por su naturaleza, es símbolo de la fugacidad de las cosas, de la primavera y de la belleza. El sexto de los Ocho Inmortales chinos, Lan Ts’ai-ho, aparece en las imágenes generalmente con traje de color azul y llevando una canas­tilla de flores. Dícese que se dedicó a cantar versos alusivos a la brevedad de la existencia y a lo efímero de los placeres. Los griegos y romanos, en todas sus fiestas, se coronaban de flores. Cubrían con ellas a los muertos que llevaban a la pira funeraria y las esparcían sobre los sepulcros (menos como ofrenda que como analogía). Se trata, pues, de un símbolo con­trario, pero coincidente con el esqueleto que los egipcios ponían en sus banquetes para recordar la realidad de la muerte y estimular al goce de la vida. Ahora bien, por su forma, la flor es una imagen del «centro» y, por consiguiente, una imagen arquetípica del alma. Flores celestes se llama a los meteoritos y estrellas fugaces en la alquimia. La flor, en esa dis­ciplina, es un símbolo de la obra (del sol). Según su color, modifican en sentido determinado su significación y lo matizan. El carácter solar se refuerza en las flores anaranjadas y amarillas; el parentesco con la vida ani­mal, la sangre y la pasión en las flores rojas. La «flor azul» es el símbolo legendario del imposible, probable alusión a un centro cual el Graal y otros símbolos similares. La «flor de oro» es un equivalente famoso, en la mística china. En la alquimia se habla también de esa flor inexistente y en la Epís­tola ad Hermannum Arch. Coloniettsem. (Theatr. Chem., 1622) se la llama «flor de zafiro del hermafrodita»”.

 

Y para florecer hay que morir un poco, morir y grabar nuestra piel con señales y símbolos que nos permitirán entender y recordar. La vida es un ciclo, en el cual la muerte genera vida y la propia vida genera muerte, pero en ocasiones nuestros ritmos vitales no nos permiten esa consciencia, ese entendimiento.

 

Siempre pensé en la ausencia, la muerte, como algo presente, como parte de la vida, pero no de la mía. Sin embargo desde hace un tiempo la muerte pesa en mi vida, ha aterrizado como una gran zeppelin en mi aeropuerto. Llegó de repente sin esperarla, arrasando. Y llegó. Y se quedó. Y tocó entenderla, y aceptarla, y asumirla y darle salida, como a cualquier producto, porque llegó para quedarse, para convivir con ella. Y empezó a pesar, a costar, a presidir y presenciar. Sin embargo fui consciente de que al tiempo que duele, nos empuja a celebrar, a disfrutar, a vivir, a compartir… la muerte es parte de nosotros, de la vida, pero nadie nos lo ha enseñado, nadie nos lo ha explicado, lo hemos ocultado, escondido, enterrado… nunca mejor dicho. Si la miramos de frente, aunque cueste, aunque duela, aunque pese, entendemos que lo que toca es vivir, celebrar, disfrutar, aceptar, asumir, proyectar, compartir, amar, disculpar, decir, acariciar, dibujar, beber, comer, llorar, dejarse ir, derretirse ante el calor, helarse ante el frío y florecer. La ausencia nos enseña, nos permite recordar, revivir, reajustar, redefinir, repensar, resurgir, reflotar, refluir y rebrotar. saber que hemos vivido, disfrutado y compartido, nos hace ver cuan privilegiados hemos sido y seguimos siendo. Recordar es tener, es permitir que las personas sigan con nosotros, es dar vida a lo que ya no la tiene, la ausencia es la presencia, y pesa, pero ese peso hace real la vida.

 

En esta exposición titulada RE.FLUIR, Julio Antonio Blasco, Sr. López, presenta cuatro series de obras originales, en total, una colección de 70 obras de pequeño formato, técnica mixta, cuyo principal protagonista es el collage. Una colección que responde a un período vital de cuatro años y se presenta en Estudio 64 galería y librería de ilustración como cierre de una etapa para buscar nuevos caminos, nuevos horizontes. Se inaugura el viernes 27 de octubre a las 19h y permanecerá expuesta hasta el 14 de diciembre de 2023. Este período, coincide con el noveno aniversario de Estudio 64, espacio gestionado actualmente por Lola Blasco López, licenciada en arte y el propio Julio Antonio Blasco, Sr. López, licenciado en arte e ilustrador profesional. Y como nada es casual, curiosamente el número nueve simboliza el cierre de ciclos, representa los finales y los desenlaces. Quizá el universo ha conspirado para que esta exposición, que es un cierre de ciclo, se celebre coincidiendo con el 9º aniversario de Estudio 64. Celebremos pues.